Nueva Zelanda: Fiordos, Glaciares y Mordor

Uno no sabe por qué pero a veces siente la necesidad de ir más rápido, subir más alto y llegar más lejos, por eso supongo que nos hacía tanta ilusión llegar al punto más lejano que alcanzaríamos en nuestro viaje, Nueva Zelanda.

Después de nuestro primer viaje en campervan recorriendo Australia nos habíamos quedado con ganas de más, así que cambiamos a Mickey Mouse por Popeye para intentar conocer todo lo posible en las dos semanas que disponíamos de nuestra casa con ruedas, o más bien apartamentillo.

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Lo común para visitar el país es comenzar por una de sus dos ciudades principales y llegar hasta la otra, nosotros a suertes decidimos comenzar por Chrischurch y llegar hasta Auckland, y en buena hora decidimos hacerlo así porque mientras recorríamos la Isla Sur el ciclón más grande en décadas golpeó la Isla Norte. A ver, durante el viaje habíamos coincidido con tormentas tropicales y terremotos, no siempre íbamos a tener mala suerte.

Nueva Zelanda es un lugar ideal para aquel que le encante la naturaleza, y además la puedes disfrutar sin miedo ya que es el único país del mundo en el que no existe ningún animal que te pueda matar, es decir podrías dormir en pelotas al raso en mitad del bosque que no te pasaría nada, aunque la idea fuera tentadora hace bastante fresquete y no llegamos a ponerla en práctica.

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Dicho esto hay tantos parajes alucinantes que visitar que no merece la pena perder el tiempo en sus ciudades que aparte de feas son extremadamente sosas, y es que a este país todo lo que le sobra de flora y fauna le falta de tradición y folclore. Los únicos restos que perduran de culturas ancestrales son los Maories y básicamente se reduce a una pequeña proporción de la población que lo único que conserva son sus rasgos físicos puesto que a pesar de presumir de sus raíces ni siquiera saben hablar el lenguaje maorí.

Al conjunto de los neozelandeses se les llama Kiwis, que además de la fruta puede referirse también a un pájaro que es uno de sus emblemas nacionales, puedes encontrarlo en camisetas, tazas, muñecos y todo el merchandising que se te pueda ocurrir, aunque creemos sinceramente que no existe y todo es producto de un buen marketing puesto que hemos buscado al dichoso pajarito por todos sitios y ni rastro de él y eso que no vuela.

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El itinerario por la Isla Sur lo íbamos trazando sobre la marcha pero uno de los destinos que sí teníamos marcados antes de llegar al país era el Milford Sound. Se trata de un fiordo que es necesario visitar en barco, durante el trayecto que dura un par de horas se navega entre unas paredes de roca de hasta 1500m de altura y se ven varias cataratas, de hecho el capitán se acercó tanto que el agua caía en la cubierta, a parte se ven focas y hasta delfines, en definitiva uno de los lugares que uno no se puede perder.

Y por si fuera poco, la carretera que lleva hasta los muelles donde están atracados los barcos discurre por un paisaje espectacular entre montañas y bosques desde donde se ven cumbres nevadas.

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Otro de los atractivos del país son sus glaciares, para poder contemplarlos hay que darse prisa por que se están derritiendo a pasos agigantados. Nosotros visitamos dos, el Fox y el Franz Josef, en ambos se recorre un camino por el valle que va a parar a sendos miradores desde donde se pueden observar las enormes masas de hielo relativamente cerca. En el Fox se puede contratar una excursión para escalarlo pero para el Franz Josef es necesario alquilar un helicóptero que te deja encima, de hecho conocimos a una pareja en el aparcamiento que iba a hacerlo (el vuelo, claro) pero cuando nos dijeron el precio tampoco nos pareció que el mirador estuviera tan lejos.

Durante el bonito camino por donde transcurría antiguamente el glaciar había fotos de la situación del glaciar en diferentes años, y es impresionante ver lo que ha retrocedido desde 2008, para que luego digan que lo del cambio climático es un invento.

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Dedicamos tanto tiempo a la Isla Sur que una vez tomamos el ferry a la Isla Norte no disponíamos de muchos días para recorrerla, así que nos tocaba hacer las paradas en los lugares tipo formula uno. Íbamos con tanta prisa que no llegamos con tiempo suficiente para realizar completa una ruta de senderismo que todo el mundo nos había recomendado, pero dijimos: bueno hacemos un parte pequeña y nos damos la vuelta. El problema vino cuando caminando caminando llegamos hasta la base del Monte del Destino del Señor de los Anillos, se nos estaba haciendo tarde pero ¿cómo iba uno a darse la vuelta frente a Mordor?

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Así que comenzamos a subirlo mientras nos cruzábamos con gente exhausta que volvía de escalarlo y nos daban ánimos del tipo “vais a morir” y cosas por el estilo, pero no consiguieron achantarnos y seguimos cual Frodo nuestro camino. En cuestión de metros empezó a complicarse la ascensión hasta ponerse realmente fea entre riscos, piedras volcánicas y una pendiente que acojonaba bastante, pero como veíamos a gente más arriba que nosotros seguimos sin miedo, o casi.

Finalmente conseguimos coronar y aunque no teníamos anillo para tirar al cráter las vistas eran de quedarse con la boca abierta, no sé si por lo bonitas o por la bajada que teníamos por delante.

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Así que si quieres visitar un país con una naturaleza desbordante, unos paisajes de ensueño y donde todo funciona a la perfección no te lo pienses dos veces, alquila una campervan y échate a la carretera porque la sonrisa del viaje no se te va a borrar de la cara durante un tiempo, y aunque eso te cueste alguna arruga como rezaba en nuestra furgoneta, bien merece la pena.

Las arrugas van donde estuvieron las sonrisas

Las arrugas van donde estuvieron las sonrisas

4 comentarios:

  1. Que lindo mensaje el de la VAN: Las arrugas van donde estuvieron las sonrisas.
    Espero que todas las sonrisas que les arranco esa tierra lindísima, se transformen en lindas arrugas en la vejez.

  2. Muy divertida la narracion y como siempre hermosas fotos
    Y pienso que si existe el pajaro Kiwi, la verdad su figura es un poco rara y mas sus patas pero como decirle a un nativo de Nueva Zelanda que el ave insignia de su pais es mitilogia

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