Si viajas a Sri Lanka oirás hablar más de una vez de esta cumbre y es que es algo así como el comodín de las peregrinaciones, ya que es un lugar sagrado para todo el mundo, tanto si eres musulmán como cristiano, hinduista o budista.
En este pico, situado en un paraje espectacular entre montañas repletas de plantaciones de té y cascadas, hay una piedra enorme con forma de huella, que según la leyenda musulmana corresponde a Adán, de ahí su nombre, pero según otras podría ser de Shivá, Buda o incluso de santo Tomás el apóstol, aunque por el tamaño (casi 2 metros) yo soy de la corriente de los que piensa que podría pertenecer más bien a Mazinger Z.
Este tipo de rutas, normalmente de domingueros, no suelen ser muy duras ya que las realiza gente de todas las edades, desde niños pequeños hasta abuelos, pero el caso es que cuando te enteras de que la ascensión tiene unos 5500 escalones desconfías un poco.
Lo más común es hacer la subida de madrugada para alcanzar la cumbre al amanecer, pero para eso había que levantarse como a las dos de la mañana. Como nosotros somos más de atardeceres que de amaneceres, todo sea dicho, comenzamos a subir a las tres de la tarde con unas nubes que anunciaban tormenta.
Es tal la fama que tiene esta ascensión que todo el camino está repleto de puestos de comida y bebida, como nosotros la hicimos unos días antes de comenzar la temporada nos encontramos que estaban cerrados o terminando de construirlos. La parte buena fue que no había nadie y pudimos hacerlo a nuestro ritmo, pero por lo visto si además de hacerlo en temporada alta coincide con luna llena (poya day) aquello parecen las escaleras del corte inglés en Navidad, tienes que subir al ritmo de la marea de gente. La parte mala fue que aunque el camino tiene farolas, estaban apagadas por la misma razón.
El comienzo fue sencillo, muy llano, con escalones bastante distanciados lo cual hace que cojas buen ritmo, pero conforme vas ascendiendo estos se van juntando, además de ganando altura hasta llegar a ciertas partes en los que es casi mejor subirlos a cuatro patas, aunque hay barandillas para ayudarte. Y ahí estás tu, parado en un rellano tratando de recuperar el aliento cuando te adelanta un señor cargando unas vigas de madera enormes en su cabeza, por si tenías alguna duda de cómo subían los materiales para montar los tenderetes.
Algo recuperados seguimos subiendo mientras las nubes estaban empezando a tomar unos tonos preocupantes, a los cinco minutos comenzó a llover y se oscureció tanto el cielo que dudamos si seguir o dar media vuelta, porque no íbamos a ver nada y además aquello empezaba a parecerse a Mordor, finalmente la lluvia aflojó un poco y decidimos continuar, total sólo era agua.
El camino tiene una longitud de unos seis kilómetros pero al tener un desnivel de 1200m es difícil saber cuanto te queda porque además en ningún momento ves la cumbre, así que subes un trecho de escaleras y cuando giras ves el siguiente y así continuas en un bucle que parece no acabar nunca, al final agradeces hasta que el cielo este cubierto y chispeando, porque con la humedad que hay vas sudando como un pollo y no te quieres imaginar como sería si estuviera pegando el sol.
Después de casi dos horas de escalinata nos cruzamos con un lugareño, el cual nos dio ánimos diciendo que quedaban solamente veinte minutos, estuve a punto de darle un abrazo. Los tramos finales tienen una pendiente enorme pero como vas con la ilusión de que queda poco los subes como puedes, aunque las piernas están empezando a cargarse bastante. Finalmente encontramos otro sherpa, como les llamamos nosotros, que nos dijo que sólo quedaban doscientos metros, así que sólo faltaba un último esfuerzo y estaríamos en la cima, por fin!
Terminando de subir comenzó a abrirse el cielo de forma que cuando llegamos arriba estaba completamente despejado, no nos lo podíamos creer, además al llegar al atardecer el sol quedaba a nuestra espalda por lo que proyectaba la sombra del pico sobre el valle dejando unas vistas alucinantes.
A los 2243 metros que está situada la cima hay un pequeño santuario y una campana que debes hacer sonar según el número de veces que hayas subido, así que tocamos la campana por primera vez y dimos media vuelta para comenzar la bajada por el mismo camino por donde habíamos subido.
wow! que pedazo de vistas! muy xulo parejaza!
un abrazo
Gracias!! La verdad que es una subida muy bonita, pero hay que tomársela con calma.
Estáis hechos unos auténticos Viajeros!!!
Disfrutadlo mucho, pareja!!!
Muchas gracias
Me encanta la formar en que narráis vuestras aventuras.. Las fotos impecables, dan ganas de ir 🙁
Gracias! si te gusta la naturaleza es un país muy recomendable.
Me ha encantado el post! Muy interesante y supongo que una gran experiencia. Me intrigaba mucho el tema del tiempo. Increíble que al final se abriera el cielo y saliera el Sol, la recompensa por el esfuerzo!
Muchas gracias! Menos mal que se abrió el día, sino tendríamos que haber subido otra vez.
Las vistas son impresionantes, hay gente que incluso sube con mochilas de las grandes para pasar la noche arriba, pero a nosotros nos pesaba hasta la botella del agua 🙂