Cuando te hablan de India lo primero que te viene a la cabeza son sus famosas películas de Bollywood, el yoga, el relax, la meditación, encontrar tu paz interior, pues bien o eso se ha perdido o hay que buscarlo más profundamente, porque la impresión que te da una vez abandonas la estación de tren tan moderna y cuidada que tienen en Nueva Delhi es una explosión para tus sentidos.
El ambiente está tan cargado que te da una sensación casi de mareo, y es tal la contaminación que el cielo está siempre cubierto de una bruma, que en las calles se convierte en niebla. No sabes si es que te has perdido de ciudad o te has ido a otro mundo, y por más guías y artículos que ha leído uno antes de ir, hasta que no estás realmente metido en el embrollo del asunto no eres capaz ni siquiera de imaginar que es la India, o por lo menos su capital.
Es un país no de contrastes sino de sensaciones extremas, es chocante ver tanta gente en la calle tirada, no te explicas cómo se pueden estar echando una siesta entre los cincuenta mil pitidos de motos, a esto le sumas la multitud paseando, comprando, vendiendo, sus rickshaw, sus olores, sus bicis, sus vacas, sus perros y cual vehículo de dos o más ruedas pueda circular por la capital y obtienes Nueva Delhi.
Es curioso ver que hasta los perros andan cansados por las calles, no dan ni cuatro pasos seguidos cuando ya se tumban en cualquier rincón, y que decir de sus vacas, las pobres están más bien desnutridas y andan deambulando en busca de comida para sobrevivir, así que para ser tan sagradas las tienen medio descuidadas.
Mucha gente odia la capital y no me extraña, hasta los propios indios hablan mal de ella, y no es para menos, entre el timo al que debes estar preparado para que no te la cuelen por ningún lado, el estrés que te crea el solo caminar por una calle y la paciencia que debes ponerle para poder cruzarla, normal que quieras salir de ella corriendo.
En ningún sitio de los que he viajado había tenido la sensación de sentirme tan observado, todo el mundo te mira vayas donde vayas, aunque siempre te van a dar una sonrisa y más de uno te preguntará si pueden llevarse una foto tuya de recuerdo, para luego quizá vacilar con sus amigos de la gente tan rara con la que se han encontrado, pero son las cosas que tiene India.
Es un país con algunas contradicciones!!! Creo que después de esto se debe valorar el país donde nacimos o el país que te hizo persona!!!
Todo hace parte de un sin número de experiencias que se encontran a lo largo de este mágico viaje!!
Un abrazo ?
Muchas gracias Carola por tus comentarios! Nos anima mucho saber que nos seguis leyendo! 🙂
Pues prepárate 😉 la gran parte de India es así… Pero ese es su encanto!!…no???
Yo volví enamorada de ese mundo de contrastes y de esa aventura extrema que te regala India.
Buenas a suerte en tu viaje!
Claro que si! Hay que ver de todo en esta vida para ver lo que realmente quieres en la tuya 🙂 gracias por tus comentarios!
Interesante relato y a la vez triste
No pretendemos que sea triste, simplemente es la realidad que hemos visto delante nuestra. Es una pequeña muestra de todas las cosas distintas que nos rodean! 🙂
En todo caos siempre hay um grado de organización. Ese es el equilibrio espiritual que se desarrolla cuando se está conviviendo en una cultura como la indiana.
Cómo guardar la coherencia, la lucidez mental y la tranquilidad en un lugar tan caótico? Simple! Déjate llevar por el ritmo del caos.
Experimenta las sensaciones que jamás serian estimuladas en otros lugares (colores, sonidos, sabores, sentimientos) es lo que nos permite entender la vida y al ser humano.
Una verdadera delicia! Buen viaje mis argonautas. Besotes
La organización vamos a tener que priorizarla jejejeje! Pero si, dentro de todo caos lo bueno es que siempre te sacan una sonrisa!
Bueno desde luego hay que estar preparado para una aventura así de intensa.. difícil ir con peques por lo nos cuentas.. así que mejor leerlo y conocerlo a través vuestro 🙂