Después de unas semanas por estas tierras hemos ido conociendo ciertos comportamientos y costumbres de la idiosincrasia India a las que nos hemos ido acostumbrando pero que al principio nos dejaban bastante descolocados. A ver, estamos a casi nueve mil kilómetros de casa, algunas cosas tenían que ser diferentes:
1. Ver andando a dos chicos cogidos de la mano, de primeras piensas que quizás son pareja, pero empiezas a sospechar cuando ves que hay más de la cuenta, y no se cogen sólo para cruzar la calle, sino para pasear o guiarse entre la multitud. Resulta que simplemente son amigos, pero es chistoso verlos así cuando normalmente no ves muestras de cariño por ejemplo con sus mujeres.
2. Hacer a un indio una pregunta y que sacuda de un lado a otro la cabeza, como acercando las orejas a los hombros. Lo que en un principio podría parecer una negación, sorprendentemente es un afirmación. Por eso te extrañaba a ti que los indios fueran tan negativos, para hacerte una idea de los gestos puedes echar un vistazo a este vídeo.
3. Pedir amablemente al camarero que por lo que más quiera en el mundo no te ponga picante, que a pesar de que te encanta tienes tu sistema digestivo al borde del colapso y descubrir en el primer bocado que tu plato sabe como si lo hubiera cocinado un mexicano cabreado.
4. Descubrir que la peluquería no es un local, puesto que el peluquero tiene todo lo que necesita en mitad de la acera, no tiene más que llevar su silla y colgar un espejo en la pared para desempeñar su labor.
5. Sentirte como una estrella de Bollywood por la cantidad de fotos que te piden echarse contigo, ya sea con niños, abuelos, grandes y pequeños, todo el mundo quiere un recuerdo tuyo, así que sonriente te pones a su lado y esperas que uno a uno vaya sacando su foto, al principio hace gracia pero con los días puede resultar un poco cansino.
6. Ver vacas por todos sitios, deambulando entre la gente como si tal cosa, y aunque puedan parecer callejeras, todas tienen dueño. No es que las veneren pero son símbolo de alimento y no se las puede sacrificar.
7. Y acompañando a las vacas están los perros más flojos que jamás se hayan visto, están tumbados al sol, a la sombra, boca arriba, boca abajo, en mitad de la carretera o en tu toalla en la playa cuando vuelves de bañarte y no se levantan ni aunque les pase un tuktuk por encima.
8. Encontrar en la calle a un señor hurgándole el oído a otro, porque aunque parezca mentira, limpiador profesional de oídos es un oficio en India. Este señor se vale de un par de bastoncillos de metal para esta labor tan poco agradecida.
9. Ver a muchos señores indios con un tono rojizo de pelo bastante peculiar, y es que las canas son símbolo de vejez y no les gusta lucirlas, así que en su lugar se las tiñen con henna que es lo que tienen más a mano.
10. Preguntar a cualquier indio el tiempo que se tarda en ir de un sitio a otro, y que siempre te digan diez minutos, da igual que esté a 10km o torciendo la esquina. No sabemos si es que en India las distancias se miden en otra escala o ellos lo de los kilómetros no lo llevan muy depurado, porque ni son los que te dicen ni el tiempo es lo que marca.
Seguro que nos hemos dejado alguna e incluso puede ser que varias de estas costumbres no sean exclusivas de India, pero podéis comentarlas por aquí.
Y por allí ¿ qué tal el tema del cine ?
Pues nos hemos quedado con las ganas de ir al cine a ver una peli de Bolywood, aunque no nos hubiéramos enterado de mucho, pero al final no nos dio tiempo. De todas formas hemos tenido que sufrirlas en los autobuses, y la verdad que no tienen desperdicio 🙂
Pero bueno.. algo nuevo que aprender de ese país..
Desde luego nada fácil por lo que parece
Cuesta un poco acostumbrarse porque muchas cosas funcionan de manera diferente, pero ahí está la gracia de estos países.
La peluqueria es buenisima.. jajaja. disfrutar amigos!
PD: el de las canas podria haberle dao una vueltecilla a las sartenes! no puedes tener mas cota!
Pues la verdad que me va tocando ya cortarme el pelo, pero no me vi con fuerzas para hacerlo ahí.
Buen relato, la peluquería y lo picante de la comida muy simpático
Lo del picante es caso a parte, aquí pica el desayuno, la comida y hasta la cena. Menos mal que nos gusta bastante.
Jajajajja me parto!!! Oye y quien recoge las caquitas de los perros??
Entre las vacas y los perros eso parece un campo de minas, si da suerte cada vez que pisas una, entonces tenemos suerte para unos cuantos años 🙂