En busca de la chancla perdida

Las chanclas son por excelencia el zapato oficial de Asia, las razones son obvias ya que soportar los más de treinta grados de temperatura con humedades altísimas hace que sea difícil llevar un zapato cerrado.

Pero bien la cuestión de este artículo no es describir las chanclas sino algo que va un poco más allá en nuestra curiosidad y que nos ha llevado a preguntarnos lo siguiente:

¿Por qué en los caminos, en la calle, incluso en los trenes encontramos chanclas desperdigadas, y además no el par sino sólo una de ellas?

No sabemos a ciencia cierta la respuesta a esta pregunta, y ya nos gustaría poder aclarar este enigma, porque cuando nos hemos topado por el camino con alguna chancla extraviada en el noventa por ciento de los casos estaban en perfectas condiciones.

Divagando un poco podemos hasta llegar a entender que se te puedan olvidar por ejemplo en algún templo cuando vas de visita o a rezar, la memoria a veces te juega una mala pasada y puedes olvidar que viniste en chanclas, pero irte del sitio llevando sólo una de ellas es lo que no entendemos. Si entras con los dos pies, deberías salir caminando con los dos pies y no a la pata coja.

Cuando hemos recorrido caminos en mitad de la jungla o subido algún pico ya sorprende que algunos locales vayan con sus chanclas de Hello Kitty o similares mientras tú llevas tus zapatos de trekking, pero lo que más nos deja descolocados es encontrar sólo una chancla en el camino y no el par. Muchas veces hacemos la broma que si recolectáramos todas las chanclas que encontramos en nuestro camino tendríamos recambio de sobra para todo el viaje.

Así que si vienes por Asia seguramente te empezarás a fijar en estas pequeñas cosas que al menos pueden divertirte además de entretenerte por el camino y quizá puedas ayudarnos a desvelar el secreto de la chancla perdida.