Coleccionando las 7 Maravillas del Mundo, o no

Que nos encantan las listas es algo que todo el mundo sabe, de hecho funcionan bastante bien si de llamar la atención se trata, titulares del tipo “10 lugares que visitar antes de morir, el último de todos te sorprenderá” estamos hartos de verlos, pero este tipo de marketing no es novedoso ni mucho menos.

Allá por el siglo uno antes de Cristo a alguien se le ocurrió hacer una lista con siete lugares del mundo que merecían la pena visitar, a pesar de que ni siquiera tuviera la certeza completa de que todas esas construcciones existieran realmente. En cualquier caso fue una lista que fue cambiando con el tiempo y dependiendo del autor que la elaborara se incluían unos u otros monumentos, hasta que finalmente en el siglo XVI un pintor las representó en varias obras, cuando prácticamente no quedaba ninguna en pie, y esa es la que ha perdurado hasta el día de hoy.

Las listas son tan subjetivas que un arquitecto o un historiador seguramente hubieran confeccionado otras completamente diferentes pero como el pintor podía representarlas fue el que finalmente se llevó el gato al agua.

Hace diez años llegó un señor de manera parecida a como lo hizo en su día el pintor, dispuesto a confeccionar otra lista de maravillas, pero en esta ocasión del mundo moderno. No había ninguna necesidad de ello y no se saben muy bien cuales fueron los motivos que movieron al empresario a hacerlo, pero el caso es que organizó una votación a nivel mundial, eso sí, cutre a más no poder.

En ella cada persona podía votar las veces que quisiera, tanto por internet como por teléfono, y teniendo en cuenta que el acceso de millones de personas a estos medios son limitados o nulos podemos decir que el resultado de la votación estaba sesgado y no tenía validez ninguna. Para colmo la organización eliminó las pirámides de Egipto de las candidatas sin razón, de modo que peor no lo pudieron hacer.

Con todo esto no sólo quiero decir que la votación fuera un fiasco, que lo fue, sino que además fue del todo absurda. En primer lugar porque como uno siempre barre hacia casa, los monumentos de los países con más población iban a obtener más votos, eso explica por ejemplo que entre las elegidas saliera el Cristo Redentor de Rio de Janeiro, una estatua de hace 80 años y hecha de hormigón, que en mi opinión ni tiene mucho de maravilla ni es la más grande, en Cochabamba por ejemplo tienen una mayor, pero claro en Bolivia son sólo diez millones de habitantes.

Y en segundo lugar no tiene sentido ninguno comparar monumentos, porque ¿en base a qué se comparan?, ¿según la antigüedad?, ¿según el tamaño? o ¿por el simbolismo o el valor histórico que tengan?.

Yo podría decir por ejemplo que las ruinas de Macchu Picchu no merecen estar en la lista, puesto que a pesar de encontrarse en un lugar impresionante no dejan de ser cuatro casas medio derruidas y construidas en el siglo XV, mientras que la Mezquita de Córdoba que no está en la lista data del siglo VIII y es una construcción infinitamente más compleja. Alguien podría rebatirlo argumentando que pertenecía a los Incas, un imperio desaparecido y de ahí su valor, y tendría toda la razón del mundo.

De ahí que no haya lugar para la comparación. Para decir que un monumento tiene cierta calidad ya está la UNESCO por lo que no hay razón para tener que priorizar ni ordenarlos de ninguna manera, y menos aún para coleccionarlos.

Así que no dejes que nadie te diga lo que debes visitar, porque lo que para alguien puede no merecer la pena, para ti puede ser lo más impresionante que hayas visto nunca. Lo mejor que puedes hacer es salir, conocer y quién sabe, igual algún día acabas haciendo una lista con tus 7 maravillas del mundo.

 

 

4 comentarios:

  1. Sigo pensando que vuestras fotos, entrega a entrega, son un excelente regalo. Espero poder ver algún día una exposición con todas juntas. Felicidades !!!

  2. La listas siempre son algo subjetivo y dependen más de quien lo hace que de “que” lo hace… y tenéis razón, para gustos, colores… que lastima que ya veo a lo lejos el fin del viaje pero me alegra poder ver y sentir “algo” de lo que estáis viviendo con vuestras fotos. Habéis hecho lo que muchos quisimos hacer, pero que no tuvimos el valor de realizar… aún 😉

    • Gracias Wil, hay mucha gente que se empeña con lo de coleccionar las maravillas, pero la verdad que no le vemos el sentido.
      Es cierto que ya nos queda poquito de este viaje, pero bueno, ya habrá otros 🙂

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